Editorial 30

Fundación Medifé está aquí

Editorial 30

Fundación Medifé está aquí
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Comparto el pequeño texto que leí en la apertura de “Usted está aquí”, un proyecto que hicimos junto al Centro Cultural Kirchner que funcionó como una gran sala de conversación, escucha y acción para trabajadores de espacios culturales.


Para no perderme prefiero escribir las dos o tres cosas que quiero decir, porque me interesa decirlas con precisión y a tiempo. Este encuentro es importante y amerita la dedicación a la bienvenirnos.

Lo primero son los agradecimientos. Para Fundación Medifé haber participado desde el comienzo de este proyecto trabajando colaborativamente con personas talentosas ha sido una gran alegría. Nos hace bien sabernos parte de un quehacer que vincula el afuera de las instituciones culturales (las calle, los barrios, los públicos) con lo que pasa dentro de ellas (lo que se da a ver, lo que se oye y cuenta, todas las experiencias posibles. Haber contribuido para que esa tangencia mágica de transmisión sea posible estos dos días, es una gran alegría. Muchos de quienes están aquí han venido de lejos, quiero agradecer que eso haya sido posible muy especialmente.

Este Encuentro fue uno de los dos primeros proyectos que lideró Florencia González de Langarica junto al grupo -primero pequeño y luego más nutrido- de Educación, del Centro Cultural Kirchner. Ayelén Rodriguez, Julieta Gómez Blumen y los equipos de trabajo nos hicieron llegar hasta hoy. Martín Bonavetti tuvo la inteligencia y la confianza en que este Centro Cultural podría alojar una conversación sobre educación y cultura; a todos, gracias.

Estos próximos dos días de “Estar aquí”, son pura presencia situada, encuentros de cuerpos y lenguajes que en un sentido hemos llegado aquí porque algo queremos saber. Esperamos que ciertos saberes sobre las cosas que nos interesan se hagan presentes y se encarnen también.

Dirijo una Fundación, y es en su nombre que “estoy aquí”. Porque lo que sucederá en estos días me/nos importa, nos hace sentido y porque no nos da lo mismo ser parte de cualquier proyecto. En este hemos trabajado desde el primer día.

La filósofa española María Zambrano, a quien cito, decía que los espacios donde algo se aprende son lugares de la voz, porque siempre se aprende “de oído”. Es un concepto que me gusta.

Y la voz es -como las huellas dactilares- una marca de la subjetividad en el lenguaje. La voz es esa marca, esa experiencia, eso que hace que quienes hablan y quienes escuchan, quienes dan y reciben, sean personas singulares, de carne y hueso, y no sólo máquinas comunicativas (emisores y receptores de significados) o máquinas cognitivas (codificadores y decodificadores de información). La voz, entonces, es quizás la cara sensible de la lengua. La voz es la lengua con alguien adentro.

Pienso que el “estar” de “Ud. está aquí” nombra la presencia como ocasión. La oportunidad para devolver al lenguaje de la educación en espacios culturales un incómodo espesor, que repensemos nuestras palabras como portadoras del sabor y el saber, de la resonancia necesaria. Me atrevo a nombrar violencia cualquier querer que haga de la palabra educadora, un lenguaje liso, sin manchas, sin sombras, sin arrugas, sin cuerpo. Nada enseña la lengua de los deslenguados, una lengua sin otro, que solo se escuche a sí misma cuando habla, una lengua despoblada.

La voz de quienes tienen algo que transmitir, tiembla. Por admiración, por entusiasmo, por ganas, con afecto, con preguntas, de ira, con la certeza de que siempre es más lo que ignoramos que lo que sabemos. La lista de temblores es infinita. Desconfío de las voces firmes, segura, neutras.

Ojalá estos dos días sean una experiencia viva, de ensayo y de voces en alto; de lenguas que no se entregan, de cuerpos “que estén aquí”, Aquí donde hay ganas de volver a aprender de oído.


Daniela Gutiérrez
Gerenta General

Comparto el pequeño texto que leí en la apertura de “Usted está aquí”, un proyecto que hicimos junto al Centro Cultural Kirchner que funcionó como una gran sala de conversación, escucha y acción para trabajadores de espacios culturales.


Para no perderme prefiero escribir las dos o tres cosas que quiero decir, porque me interesa decirlas con precisión y a tiempo. Este encuentro es importante y amerita la dedicación a la bienvenirnos.

Lo primero son los agradecimientos. Para Fundación Medifé haber participado desde el comienzo de este proyecto trabajando colaborativamente con personas talentosas ha sido una gran alegría. Nos hace bien sabernos parte de un quehacer que vincula el afuera de las instituciones culturales (las calle, los barrios, los públicos) con lo que pasa dentro de ellas (lo que se da a ver, lo que se oye y cuenta, todas las experiencias posibles. Haber contribuido para que esa tangencia mágica de transmisión sea posible estos dos días, es una gran alegría. Muchos de quienes están aquí han venido de lejos, quiero agradecer que eso haya sido posible muy especialmente.

Este Encuentro fue uno de los dos primeros proyectos que lideró Florencia González de Langarica junto al grupo -primero pequeño y luego más nutrido- de Educación, del Centro Cultural Kirchner. Ayelén Rodriguez, Julieta Gómez Blumen y los equipos de trabajo nos hicieron llegar hasta hoy. Martín Bonavetti tuvo la inteligencia y la confianza en que este Centro Cultural podría alojar una conversación sobre educación y cultura; a todos, gracias.

Estos próximos dos días de “Estar aquí”, son pura presencia situada, encuentros de cuerpos y lenguajes que en un sentido hemos llegado aquí porque algo queremos saber. Esperamos que ciertos saberes sobre las cosas que nos interesan se hagan presentes y se encarnen también.

Dirijo una Fundación, y es en su nombre que “estoy aquí”. Porque lo que sucederá en estos días me/nos importa, nos hace sentido y porque no nos da lo mismo ser parte de cualquier proyecto. En este hemos trabajado desde el primer día.

La filósofa española María Zambrano, a quien cito, decía que los espacios donde algo se aprende son lugares de la voz, porque siempre se aprende “de oído”. Es un concepto que me gusta.

Y la voz es -como las huellas dactilares- una marca de la subjetividad en el lenguaje. La voz es esa marca, esa experiencia, eso que hace que quienes hablan y quienes escuchan, quienes dan y reciben, sean personas singulares, de carne y hueso, y no sólo máquinas comunicativas (emisores y receptores de significados) o máquinas cognitivas (codificadores y decodificadores de información). La voz, entonces, es quizás la cara sensible de la lengua. La voz es la lengua con alguien adentro.

Pienso que el “estar” de “Ud. está aquí” nombra la presencia como ocasión. La oportunidad para devolver al lenguaje de la educación en espacios culturales un incómodo espesor, que repensemos nuestras palabras como portadoras del sabor y el saber, de la resonancia necesaria. Me atrevo a nombrar violencia cualquier querer que haga de la palabra educadora, un lenguaje liso, sin manchas, sin sombras, sin arrugas, sin cuerpo. Nada enseña la lengua de los deslenguados, una lengua sin otro, que solo se escuche a sí misma cuando habla, una lengua despoblada.

La voz de quienes tienen algo que transmitir, tiembla. Por admiración, por entusiasmo, por ganas, con afecto, con preguntas, de ira, con la certeza de que siempre es más lo que ignoramos que lo que sabemos. La lista de temblores es infinita. Desconfío de las voces firmes, segura, neutras.

Ojalá estos dos días sean una experiencia viva, de ensayo y de voces en alto; de lenguas que no se entregan, de cuerpos “que estén aquí”, Aquí donde hay ganas de volver a aprender de oído.


Daniela Gutiérrez
Gerenta General

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FRANCOIS DUBET

El sociólogo francés François Dubet visitará el país en noviembre. Recibirá el reconocimiento de Dr. Honoris Causa en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, donde abrirá las XVI Jornadas de Sociología. Conocer, comprender, transformar. Los desafíos de la sociología de nuestro tiempo (del 3 al 7 de noviembre). Su agenda está gestionada por el Centro Franco-Argentino de Altos Estudios en Ciencias Sociales y Humanidades de la UBA y su estadía en Buenos Aires cuenta con el apoyo del Institut français d’Argentine y Fundación Medifé. · Lunes 3 de noviembre a las 18 h | Facultad de Ciencias Sociales UBA Conferencia de apertura El porvenir ya no es lo que era. Reconocimiento como Dr. Honoris Causa. · Miércoles 5 de noviembre a las 18 h | Campus Miguelete UNSAM  Conferencia El rol de las ciencias sociales frente a las desigualdades y el declive de la justicia social. Aula Tanque. Algunos de sus títulos: - El nuevo régimen de las desigualdades solitarias - La época de las pasiones tristes  Lo que nos une - ¿Por qué preferimos la desigualdad? - ¿Para qué sirve realmente un sociólogo? - Repensar la justicia social   François Dubet  (1946) es docente magistral de la École des Hautes Études en Sciences Sociales de París y profesor emérito de Sociología en la Universidad de Burdeos II. Es uno de los principales referentes en el campo de la sociología de la educación. Sus investigaciones se centran en la marginalidad juvenil, las desigualdades sociales, la inmigración y el carácter inclusivo o excluyente de las instituciones escolares. 

Editorial 66

A partir de la presencia de Fundación Medifé en las Jornadas de Salud Mental que se llevaron a cabo en Mar del Plata el 19 y 20 del mes pasado, algunas ideas quedaron resonando que quisiera retomar. Trabajamos, en ambos paneles, sobre los desafíos que la Inteligencia Artificial no trae; no sobre sus ruidos apocalípticos, sino más bien acerca de la afección de nuestra condición humana, los deseos, la creación, la palabra -por ejemplo- y estos cuerpos que llevamos puestos. Quiero compartirles una pequeña reflexión sobre el tema. Escuchamos mucho hablar sobre el impacto económico y social de la inteligencia generativa, pero ¿habrá cambios más profundos, que nos toquen como especie hablante y sintiente? Paradógicamente todo lo que se está pensando en este sentido, nos está obligando a regresar sobre conceptos que pensábamos lejanos y que al haber sido fundantes de la modernidad que creíamos eterna, ya los dábamos por sentados. Resulta que el juicio, los afectos y la mismísima idea de inteligencia deber ser redefinidos. La IA nos confronta con la existencia de una nueva forma de inteligencia, una cuya escala y velocidad nos superan. Ya la humanidad no puede arrogarse ser lo único “inteligente” sobre la tierra, sino que su singularidad perdida deberá refrescar las relaciones que establecemos con el conocimiento. Si ya acumular y procesar datos, incluso recordarlos, no es para la humanidad…es un buen momento para revalorizar nuestra curiosidad, los atajos e intersticios, la habilidad de pensar lateralmente, poder hacer buenas preguntas y la sabiduría para interpretar datos e información en contextos éticos y afectivos. Margarita Martínez, en una tarde lluviosa marplatense, nos dijo que el juicio en tanto que dimensión experiencial y ética, es un territorio humano. No hay IA capaz de involucrar intuición y contexto moral a las decisiones que tomamos; ésta noticia es también un imperativo a la reflexión. Tenemos nuevos horizontes pedagógicos, nuevos desafíos personales y sociales que urge abordar. Ninguna máquina es responsable, ninguna tiene agencia moral por ahora. Y este mundo complejo en que vivimos parece necesitarnos cada día más. Pero, además, las máquinas aun no reemplazan el entramado de vulnerabilidad, contradicción y propósito que implica la sensible vida humana. La singularidad de cada una de nuestras vidas, con todo lo vivido, es insustituible. Y nuestra palabra, nuestra mirada con otros. Sostener conversaciones profundas y verdaderas tanto sobre la intimidad como sobre lo social es un desafío importante para la humanidad, podemos conectarnos y no sólo procesar datos. Celebro que cada tanto nos salga una risita nervios, una mirada cómplice, un silencio incómodo. Es en la vulnerabilidad de exponernos, de no saber exactamente qué decir, donde reside la posibilidad de una conexión auténtica. Los lazos verdaderos se construyen sobre esa base de mutualidad y riesgo, no de perfecta predicción. Tomémonos el tiempo de pensar qué más somos capaces de ofrecer a las generaciones que nos siguen, cómo transmitir lo importante y crucial, no estamos en condiciones de entregarlo todo.   Daniela Gutierrez Gerenta General Fundación Medifé

Editorial 65

En unas semanas estaremos acompañando, como ya lo venimos haciendo desde hace varias ediciones, las Jornadas de Salud Mental de Medifé. En ese contexto Fundación Medifé presenta, junto con la coordinación general del ESM y la gerencia de la compañía, a profesionales cuyo trabajo intelectual ofrece ocasión de pensar juntos las condiciones de existencia de este tiempo y por tanto agregar contexto al quehacer profesional de quienes atienden la salud mental en Medifé. Este año nos acompañan Margarita Martínez, experta en Comunicación y teoría de la técnica y Daniela Danelinck, filósofa. En los paneles de apertura y cierre de las JSM, entonces, retomaremos un marco ampliado para la conversación sobre aspectos que son actuales, vertiginosos y determinantes al momento de entender mejor cómo y por qué nuestra vida es afectada. Empezaremos las Jornadas conversando -al modo humano- acerca de los soportes técnicos que existen desde siempre para hacer posible la vida y que quedarán como huella de las sociedades que los utilizamos. El entorno técnico y artificial que nos acompaña nos atraviesa y nos configura hoy da cuenta de nuestra condición humana y de qué es posible pensar como futuro. El panel de cierre, del encuentro marplatense, entonces, vinculará esta realidad contemporánea con la subjetividad, retomando quizás algo de lo que habrá circulado por las variadas mesas de presentación de trabajos. En este entorno, FM, también presentará su colección Lecturas éxtimas, que en el sello editorial tenemos dedicada a los profesionales y lectores interesados en la tangencia del psicoanálisis con otros asuntos que le son cercanos. Estamos muy contentos, de la cantidad de proyectos que se presentaron a la Convocatoria del Fondo Enlace, iniciativa que es afín a Orillas Nuevas y que llevamos adelante con nuestros aliados estratégicos; el Instituto Francés y la Fundación Williams. La idea es ofrecer a 30 proyectos de las industrias culturales y creativas un financiamiento que les permita poner en marcha lo que ya están trabajando. Se han presentado muchísimos proyectos y es una gran alegría contribuir a poner en marcha acciones culturales y creativas de tanta gente que está trabajando en esos campos a pesar de las dificultades. Finalmente fue muy interesante apoyar otra vez ArteBA, la feria de arte que se realizó el último fin de semana de agosto en Costa Salguero, durante los cinco días más de 40.000 personas participaron de este gran evento que reunió 67 galerías y fue, una vez más, punto de encuentro para el arte contemporáneo. Nos sumamos a esta nueva edición de la feria porque nuestro propósito “Cultura para la salud” nos impulsa; invitamos a muchas personas a recorrer el espacio, visitar galerías y escuchar curadores, artistas y coleccionistas.   Daniela Gutierrez Gerenta General Fundación Medifé