Editorial 23
Editorial 23
Dar a leer
Marzo trae buenas noticias. Por un lado, ya abierta la convocatoria a la tercera edición del Premio Fundación Medifé Filba a novela publicada, han comenzado a llegar los libros que leerá el jurado. Para María Teresa Andruetto, Mariana Enríquez y Fabián Casas, la tarea será elegir una novela ganadora, para las dos instituciones que organizamos, este premio es una enorme y pura alegría.
Al mismo tiempo que comenzaba este proceso, nos llega la noticia de que ambas novelas ganadoras de las ediciones anteriores llevarán -en sendas reediciones- una faja y un sello sobre la tapa que las señala como ganadoras del premio FMF. Nos llena de orgullo haber logrado instalar para toda la comunidad vinculada a la literatura una instancia de reconocimiento del valor que aporta la lectura a la vida, a la salud, a la imaginación y a la experiencia.
Cuando lo pensamos, sabíamos -como pasa en cada premio- que solamente habría una novela ganadora. Sin embargo, las dos instancias de “lista larga” y “lista corta” hicieron pausa para poder delimitar un territorio más o menos vasto donde varios títulos podrían salir de la mar de novedades editoriales y destacarse otra vez, como cuando fueron publicados. Ese gesto de emerger, ese nombrarlas por su nombre y que dieran un paso al frente, hizo que muchas miradas se posaran con interés sobre aquellos libros que tenían ya un año de edad. Regresaron a la conversación sobre la novela argentina contemporánea, se habló de ellos y se leyó sobre la excepción que significa quedar entre las 10 o las 5 novelas con chances de ser premiada. Toda una máquina se pone en movimiento: editorxs y editoriales, librerías, prensa cultural, escritorxs y lectorxs: todos volvemos nuestra atención sobre esos nombres propios y sus libros.
Pero me interesa mucho pensar también hacia adentro de nuestra organización. Sobre qué significa para Fundación Medifé posicionarse en ese campo de la literatura argentina como capaces de organizar junto con la experiencia de Filba, este premio. Destaco dos elementos complementarios, pero igualmente importantes: hacia “afuera”, pensar que nuestro nombre propio pueda orientar a algunxs -en ese océano potencial de lxs lectorxs- hacia una novela destacada, reconocida por un jurado, elegida por buena. Pero también hay un impacto hacia “adentro” de la organización: vamos a tener una biblioteca con muchísimas novelas disponibles para quienes trabajamos aquí, pensamos enriquecer el momento de Pausa cultural, ya ensayado, con una oferta de préstamos que nos permitan a todxs disfrutar de la lectura. Compartir experiencias y fortalecer una comunidad del libro que sea ocasión de disfrute y salud.
Daniela Gutierrez
Gerenta General