Editorial 12
Editorial 12
Reconocer y valorar también es cuidar
Se cumplió un año de pandemia. Justo en un momento en que las noticias eran buenas -ya hay vacunas y en algún tiempo habrá inmunidad- surge una nueva “ola” impulsada por diversas cepas y tenemos que volver a ciertas restricciones y extremando los cuidados.
Propongo que este `aniversario´ no sea solo la toma de conciencia de que han pasado más de 365 días, sino que nos permita reconocernos como sujetos de un aprendizaje muy intenso, ya vuelto experiencia. Sabemos muchas cosas que hace un año ignorábamos por completo, no voy a enumerarlas, pero los invito a hacerlo: no solo los nuevos hábitos y conductas propicias para el cuidado sino aquello que aprendimos sobre nosotros mismos, qué se modificó o emergió de nuestra subjetividad que no teníamos tan presente, asuntos en los que pensamos por primera vez, qué cosas regresaron a la memoria, qué elegimos hacer con el tiempo, en quienes pensamos y de qué maneras nuevas…esos serán los aprendizajes más significativos e importantes, no dejemos de tomar nota.
Este mes estamos presentando un libro nuevo de la colección Horizontes de cuidado, una compilación muy grande de artículos y relatos de vida y experiencias personales escrito por más de cuarenta autorxs que se inscriben en una tradición que en este libro deciden homenajear expresamente. “Feminismos, cuidados e institucionalidad” celebra la enorme colaboración que a los estudios del cuidado con perspectiva de género y Derechos Humanos ha realizado a lo largo de muchos años la antropóloga rosarina Nieves Rico, recientemente retirada de su puesto de Oficial de Asuntos Sociales de la División de Desarrollo Social de la CEPAL.
Para nuestro sello editorial los libros que son reconocimiento y homenaje, como lo fue en 2020 “Libertades públicas” de José Carlos Piva; un recorrido por la vida del hombre que creó esta organización y la hizo crecer, tienen un plus de valor: no son solamente libros que presentan historias o conocimientos disciplinares -como la compilación de Pautassi y Marco Navarro- sino que permiten en el reconocimiento del otro, inscribirnos en una genealogía, que tal como sostiene Hannah Arendt, es lo que nos vuelve humanos.
En el caso de “Feminismos, cuidados e institucionalidad” quienes trabajaron y aprendieron con Nieves dan cuenta de cómo fueron atravesados por el sabor del saber en ese proceso de transmisión que podríamos llamar sencillamente, enseñanza. Este magisterio, ese ofrecer el conocimiento, merece ser reconocido y cuando tal cosa sucede creo que podemos pensarlo en sí mismo como una acción de cuidado. Porque ya hemos dicho y sabemos que no se trata de atender solamente las necesidades de los más vulnerables, que todos y cada uno de nosotros necesita cuidado, atención, una demora que ponga en suspenso otras cosas que estamos haciendo para dedicarnos solo a otro. Pienso entonces que cada uno de lxs autorxs que han escrito sobre Nieves, pero, sobre todo, acerca de los asuntos sobre los cuales ella fue una pionera, han invertido su tiempo y dedicación amorosa y atenta en pensar ese texto para un libro homenaje y celebratorio. Lo han hecho tomando una posta, asumiéndose como parte de una tradición de conocimientos sobre el feminismo, los cuidados y su institucionalidad que no empezó hace pocos años sino que lleva en sus luchas actuales toda una historia de mujeres y académicas que pensaron estos temas para avanzar sostenidamente en el logro de más derechos.
Escribir sobre alguien, sobre sus ideas y desde ellas -en esa genealogía habilitada por la generosidad de la transmisión- es cuidado. Nos enorgullece poder tener este título en una de nuestras colecciones y sobre todo poder ir ampliando sentidos y corriendo el horizonte un poco más en un tema que no pensamos solo como parte de una agenda urgente sino como condición del desarrollo de una existencia cada día más humana.
Daniela Gutierrez