Editorial 31

Agradecer hace bien

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Agradecer hace bien
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Comparto el discurso de aceptación que leí el lunes 31 de octubre en la Embajada de Francia, donde se me entregó la Medalla de la Orden Nacional del Mérito por mi labor al servicio de las relaciones académicas, científicas, culturales y editoriales franco-argentinas.

 

Buenas tardes, queridos amigos,

Quiero expresar mi reconocimiento y mi respeto al presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, por este honor que me otorga. Y por supuesto, agradezco sinceramente las palabras de la Sra. Embajadora, Claudia Scherer-Effosse de quien acabo de recibir la condecoración. Gracias Claudia por el afecto de siempre.

Comparto mi alegría y gratitud con Lionel Paradisi-Coulouma, consejero de cooperación y acción cultural de la embajada y director del Instituto francés de Argentina y con Stéphane Chouin agregado cultural de la embajada. Un agradecimiento especial al equipo de trabajo que armamos con Enrique Sánchez Albarracín, agregado de cooperación descentralizada, Christophe Giudicelli director de Centro Franco Argentino de Altos estudios de la UBA; y todo el equipo del IFA Andrea, Mae, Mateo, Lucie, Sylvie y -algunos que ya no están en Buenos Aires- No hay cooperación sostenible sin sumar voluntades y esfuerzos. Gracias por compartir conmigo este día.

Es para mí un gran honor recibir las insignias de la Orden del Mérito. Una distinción por mi contribución al fortalecimiento de las relaciones entre Francia y Argentina. Recibo esta medalla con orgullo, con gratitud y también con profunda humildad.

Y es así porque “mérito” es una palabra que lleva en el eco de otra muy grande, “justicia”. Desde que recibí la noticia de este reconocimiento vengo reflexionando sobre estos conceptos. Me considero una persona muy afortunada y no puedo menos que ser agradecida por poder trabajar y dedicarme a hacer lo que me gusta, me entusiasma y me desafía. Pero, además, siempre pude hacerlo en compañía de otros.

Nietzsche preguntó alguna vez ¿Cómo se llega a ser quien se es? Retomo esta indagación personalmente y reconozco en mí a una mujer de mediana edad, empecinada y con algún talento; crecí rodeada de afecto y de oportunidades, con amigos, colegas y muchas personas que en los 35 años de profesión me desafiaron y alentaron para aprender a hacer las cosas siempre un poco mejor. Mi esfuerzo personal en la construcción de una carrera profesional no ha sido menor, pero hubiera sido imposible sin todas esas personas. A todos, gracias.

Agradezco también a quienes me presentaron batalla, porque la diferencia y el debate son modos de entender que los puntos de vista sobre el mundo pueden ser divergentes y aun así permitirnos entender cosas nuevas y ricas. Por todas y cada una de esas personas es que, también, estoy aquí hoy. El mérito es entonces una laboriosa y compleja construcción.

Se me reconoce por el trabajo en pos de la cooperación entre nuestros países; de tender puentes para que ese intercambio sea cada vez más fluido, más rico, más justo. Celebro recibir este honor en el país en que vivo, donde enseño y donde trabajo.

Hace más de treinta años que tengo un vínculo con Francia, empezó de la mano de mi maestro Carlos Lohlé en el mundo de la edición y en ese espacio entre libros fue creciendo. En todos los catálogos argentinos con los que tuve y tengo algo que ver, siempre propuse traducir y

publicar autores franceses que con su pensamiento desplegado en esta otra lengua -el español rioplatense- proponen modos de entender el mundo y atender a lo que es común. Aun hoy, en el sello de Fundación Medifé seguimos eligiendo voces que, en francés, proponen ideas innovadoras y profundas.

En mi rol actual liderando Fundación y también desde antes; colaboro para que pensadores relevantes de las escenas de nuestros países puedan encontrarse. Hemos invitado, junto al IFA, al CFA y la Embajada de Francia, a personalidades y autores para visitar muchas ciudades de Argentina y conversar con sus pares locales. La lista es larga y a riesgo de olvidarme de alguno, no daré nombres. Es un trabajo de muchos años, dedicación, lectura y búsqueda inquieta y colaborativa, para poder elegir a quien convocar, de allá y de aquí y siempre lo hemos hecho con mucho éxito y para el beneficio quienes que han participado de tantísimas actividades promovidas en conjunto.

Quiero agradecer muy especialmente a Jorge Piva, director ejecutivo de Medifé y a todo el Consejo de Administración de Fundación Medifé; valoro enormemente la confianza y el apoyo para con mi trabajo. Y, por cierto, Fundación Medifé es un pequeño gran equipo: gracias también a Lorena, Catalina, Analía, Adriana y Federico; con ellos contribuimos a la construcción de una marca prestigiosa y desde esta fundación argentina sostenemos en las múltiples acciones que realizamos con el Instituto Francés, los lazos de cooperación.

El vínculo entre nuestros países tiene una larga data y quizás su expresión más invariable se da a través de la cultura, el arte y lo académico. Estos campos muchas veces considerados “blandos” son finalmente los que sustentan en el tiempo relaciones fructíferas de intercambio y mutuo crecimiento. En esa tangencia es donde Fundación Medifé despliega su quehacer y más específicamente entiende su condición de ser la fundación de una empresa de salud, allí nos encontramos muchas veces junto al equipo del IFA pensando y llevando adelante acciones que promueven el bienestar y buen vivir.

En un plano más personal, esta distinción me ofrece la ocasión de agradecer públicamente a mi familia y a mis amigos. Ellos, todos, también hacen posible que yo esté aquí hoy.

Daniela Gutierrez
Gerenta General

Comparto el discurso de aceptación que leí el lunes 31 de octubre en la Embajada de Francia, donde se me entregó la Medalla de la Orden Nacional del Mérito por mi labor al servicio de las relaciones académicas, científicas, culturales y editoriales franco-argentinas.

 

Buenas tardes, queridos amigos,

Quiero expresar mi reconocimiento y mi respeto al presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, por este honor que me otorga. Y por supuesto, agradezco sinceramente las palabras de la Sra. Embajadora, Claudia Scherer-Effosse de quien acabo de recibir la condecoración. Gracias Claudia por el afecto de siempre.

Comparto mi alegría y gratitud con Lionel Paradisi-Coulouma, consejero de cooperación y acción cultural de la embajada y director del Instituto francés de Argentina y con Stéphane Chouin agregado cultural de la embajada. Un agradecimiento especial al equipo de trabajo que armamos con Enrique Sánchez Albarracín, agregado de cooperación descentralizada, Christophe Giudicelli director de Centro Franco Argentino de Altos estudios de la UBA; y todo el equipo del IFA Andrea, Mae, Mateo, Lucie, Sylvie y -algunos que ya no están en Buenos Aires- No hay cooperación sostenible sin sumar voluntades y esfuerzos. Gracias por compartir conmigo este día.

Es para mí un gran honor recibir las insignias de la Orden del Mérito. Una distinción por mi contribución al fortalecimiento de las relaciones entre Francia y Argentina. Recibo esta medalla con orgullo, con gratitud y también con profunda humildad.

Y es así porque “mérito” es una palabra que lleva en el eco de otra muy grande, “justicia”. Desde que recibí la noticia de este reconocimiento vengo reflexionando sobre estos conceptos. Me considero una persona muy afortunada y no puedo menos que ser agradecida por poder trabajar y dedicarme a hacer lo que me gusta, me entusiasma y me desafía. Pero, además, siempre pude hacerlo en compañía de otros.

Nietzsche preguntó alguna vez ¿Cómo se llega a ser quien se es? Retomo esta indagación personalmente y reconozco en mí a una mujer de mediana edad, empecinada y con algún talento; crecí rodeada de afecto y de oportunidades, con amigos, colegas y muchas personas que en los 35 años de profesión me desafiaron y alentaron para aprender a hacer las cosas siempre un poco mejor. Mi esfuerzo personal en la construcción de una carrera profesional no ha sido menor, pero hubiera sido imposible sin todas esas personas. A todos, gracias.

Agradezco también a quienes me presentaron batalla, porque la diferencia y el debate son modos de entender que los puntos de vista sobre el mundo pueden ser divergentes y aun así permitirnos entender cosas nuevas y ricas. Por todas y cada una de esas personas es que, también, estoy aquí hoy. El mérito es entonces una laboriosa y compleja construcción.

Se me reconoce por el trabajo en pos de la cooperación entre nuestros países; de tender puentes para que ese intercambio sea cada vez más fluido, más rico, más justo. Celebro recibir este honor en el país en que vivo, donde enseño y donde trabajo.

Hace más de treinta años que tengo un vínculo con Francia, empezó de la mano de mi maestro Carlos Lohlé en el mundo de la edición y en ese espacio entre libros fue creciendo. En todos los catálogos argentinos con los que tuve y tengo algo que ver, siempre propuse traducir y

publicar autores franceses que con su pensamiento desplegado en esta otra lengua -el español rioplatense- proponen modos de entender el mundo y atender a lo que es común. Aun hoy, en el sello de Fundación Medifé seguimos eligiendo voces que, en francés, proponen ideas innovadoras y profundas.

En mi rol actual liderando Fundación y también desde antes; colaboro para que pensadores relevantes de las escenas de nuestros países puedan encontrarse. Hemos invitado, junto al IFA, al CFA y la Embajada de Francia, a personalidades y autores para visitar muchas ciudades de Argentina y conversar con sus pares locales. La lista es larga y a riesgo de olvidarme de alguno, no daré nombres. Es un trabajo de muchos años, dedicación, lectura y búsqueda inquieta y colaborativa, para poder elegir a quien convocar, de allá y de aquí y siempre lo hemos hecho con mucho éxito y para el beneficio quienes que han participado de tantísimas actividades promovidas en conjunto.

Quiero agradecer muy especialmente a Jorge Piva, director ejecutivo de Medifé y a todo el Consejo de Administración de Fundación Medifé; valoro enormemente la confianza y el apoyo para con mi trabajo. Y, por cierto, Fundación Medifé es un pequeño gran equipo: gracias también a Lorena, Catalina, Analía, Adriana y Federico; con ellos contribuimos a la construcción de una marca prestigiosa y desde esta fundación argentina sostenemos en las múltiples acciones que realizamos con el Instituto Francés, los lazos de cooperación.

El vínculo entre nuestros países tiene una larga data y quizás su expresión más invariable se da a través de la cultura, el arte y lo académico. Estos campos muchas veces considerados “blandos” son finalmente los que sustentan en el tiempo relaciones fructíferas de intercambio y mutuo crecimiento. En esa tangencia es donde Fundación Medifé despliega su quehacer y más específicamente entiende su condición de ser la fundación de una empresa de salud, allí nos encontramos muchas veces junto al equipo del IFA pensando y llevando adelante acciones que promueven el bienestar y buen vivir.

En un plano más personal, esta distinción me ofrece la ocasión de agradecer públicamente a mi familia y a mis amigos. Ellos, todos, también hacen posible que yo esté aquí hoy.

Daniela Gutierrez
Gerenta General

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FRANCOIS DUBET

El sociólogo francés François Dubet visitará el país en noviembre. Recibirá el reconocimiento de Dr. Honoris Causa en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, donde abrirá las XVI Jornadas de Sociología. Conocer, comprender, transformar. Los desafíos de la sociología de nuestro tiempo (del 3 al 7 de noviembre). Su agenda está gestionada por el Centro Franco-Argentino de Altos Estudios en Ciencias Sociales y Humanidades de la UBA y su estadía en Buenos Aires cuenta con el apoyo del Institut français d’Argentine y Fundación Medifé. · Lunes 3 de noviembre a las 18 h | Facultad de Ciencias Sociales UBA Conferencia de apertura El porvenir ya no es lo que era. Reconocimiento como Dr. Honoris Causa. · Miércoles 5 de noviembre a las 18 h | Campus Miguelete UNSAM  Conferencia El rol de las ciencias sociales frente a las desigualdades y el declive de la justicia social. Aula Tanque. Algunos de sus títulos: - El nuevo régimen de las desigualdades solitarias - La época de las pasiones tristes  Lo que nos une - ¿Por qué preferimos la desigualdad? - ¿Para qué sirve realmente un sociólogo? - Repensar la justicia social   François Dubet  (1946) es docente magistral de la École des Hautes Études en Sciences Sociales de París y profesor emérito de Sociología en la Universidad de Burdeos II. Es uno de los principales referentes en el campo de la sociología de la educación. Sus investigaciones se centran en la marginalidad juvenil, las desigualdades sociales, la inmigración y el carácter inclusivo o excluyente de las instituciones escolares. 

Editorial 66

A partir de la presencia de Fundación Medifé en las Jornadas de Salud Mental que se llevaron a cabo en Mar del Plata el 19 y 20 del mes pasado, algunas ideas quedaron resonando que quisiera retomar. Trabajamos, en ambos paneles, sobre los desafíos que la Inteligencia Artificial no trae; no sobre sus ruidos apocalípticos, sino más bien acerca de la afección de nuestra condición humana, los deseos, la creación, la palabra -por ejemplo- y estos cuerpos que llevamos puestos. Quiero compartirles una pequeña reflexión sobre el tema. Escuchamos mucho hablar sobre el impacto económico y social de la inteligencia generativa, pero ¿habrá cambios más profundos, que nos toquen como especie hablante y sintiente? Paradógicamente todo lo que se está pensando en este sentido, nos está obligando a regresar sobre conceptos que pensábamos lejanos y que al haber sido fundantes de la modernidad que creíamos eterna, ya los dábamos por sentados. Resulta que el juicio, los afectos y la mismísima idea de inteligencia deber ser redefinidos. La IA nos confronta con la existencia de una nueva forma de inteligencia, una cuya escala y velocidad nos superan. Ya la humanidad no puede arrogarse ser lo único “inteligente” sobre la tierra, sino que su singularidad perdida deberá refrescar las relaciones que establecemos con el conocimiento. Si ya acumular y procesar datos, incluso recordarlos, no es para la humanidad…es un buen momento para revalorizar nuestra curiosidad, los atajos e intersticios, la habilidad de pensar lateralmente, poder hacer buenas preguntas y la sabiduría para interpretar datos e información en contextos éticos y afectivos. Margarita Martínez, en una tarde lluviosa marplatense, nos dijo que el juicio en tanto que dimensión experiencial y ética, es un territorio humano. No hay IA capaz de involucrar intuición y contexto moral a las decisiones que tomamos; ésta noticia es también un imperativo a la reflexión. Tenemos nuevos horizontes pedagógicos, nuevos desafíos personales y sociales que urge abordar. Ninguna máquina es responsable, ninguna tiene agencia moral por ahora. Y este mundo complejo en que vivimos parece necesitarnos cada día más. Pero, además, las máquinas aun no reemplazan el entramado de vulnerabilidad, contradicción y propósito que implica la sensible vida humana. La singularidad de cada una de nuestras vidas, con todo lo vivido, es insustituible. Y nuestra palabra, nuestra mirada con otros. Sostener conversaciones profundas y verdaderas tanto sobre la intimidad como sobre lo social es un desafío importante para la humanidad, podemos conectarnos y no sólo procesar datos. Celebro que cada tanto nos salga una risita nervios, una mirada cómplice, un silencio incómodo. Es en la vulnerabilidad de exponernos, de no saber exactamente qué decir, donde reside la posibilidad de una conexión auténtica. Los lazos verdaderos se construyen sobre esa base de mutualidad y riesgo, no de perfecta predicción. Tomémonos el tiempo de pensar qué más somos capaces de ofrecer a las generaciones que nos siguen, cómo transmitir lo importante y crucial, no estamos en condiciones de entregarlo todo.   Daniela Gutierrez Gerenta General Fundación Medifé

Editorial 65

En unas semanas estaremos acompañando, como ya lo venimos haciendo desde hace varias ediciones, las Jornadas de Salud Mental de Medifé. En ese contexto Fundación Medifé presenta, junto con la coordinación general del ESM y la gerencia de la compañía, a profesionales cuyo trabajo intelectual ofrece ocasión de pensar juntos las condiciones de existencia de este tiempo y por tanto agregar contexto al quehacer profesional de quienes atienden la salud mental en Medifé. Este año nos acompañan Margarita Martínez, experta en Comunicación y teoría de la técnica y Daniela Danelinck, filósofa. En los paneles de apertura y cierre de las JSM, entonces, retomaremos un marco ampliado para la conversación sobre aspectos que son actuales, vertiginosos y determinantes al momento de entender mejor cómo y por qué nuestra vida es afectada. Empezaremos las Jornadas conversando -al modo humano- acerca de los soportes técnicos que existen desde siempre para hacer posible la vida y que quedarán como huella de las sociedades que los utilizamos. El entorno técnico y artificial que nos acompaña nos atraviesa y nos configura hoy da cuenta de nuestra condición humana y de qué es posible pensar como futuro. El panel de cierre, del encuentro marplatense, entonces, vinculará esta realidad contemporánea con la subjetividad, retomando quizás algo de lo que habrá circulado por las variadas mesas de presentación de trabajos. En este entorno, FM, también presentará su colección Lecturas éxtimas, que en el sello editorial tenemos dedicada a los profesionales y lectores interesados en la tangencia del psicoanálisis con otros asuntos que le son cercanos. Estamos muy contentos, de la cantidad de proyectos que se presentaron a la Convocatoria del Fondo Enlace, iniciativa que es afín a Orillas Nuevas y que llevamos adelante con nuestros aliados estratégicos; el Instituto Francés y la Fundación Williams. La idea es ofrecer a 30 proyectos de las industrias culturales y creativas un financiamiento que les permita poner en marcha lo que ya están trabajando. Se han presentado muchísimos proyectos y es una gran alegría contribuir a poner en marcha acciones culturales y creativas de tanta gente que está trabajando en esos campos a pesar de las dificultades. Finalmente fue muy interesante apoyar otra vez ArteBA, la feria de arte que se realizó el último fin de semana de agosto en Costa Salguero, durante los cinco días más de 40.000 personas participaron de este gran evento que reunió 67 galerías y fue, una vez más, punto de encuentro para el arte contemporáneo. Nos sumamos a esta nueva edición de la feria porque nuestro propósito “Cultura para la salud” nos impulsa; invitamos a muchas personas a recorrer el espacio, visitar galerías y escuchar curadores, artistas y coleccionistas.   Daniela Gutierrez Gerenta General Fundación Medifé