Estas son las cinco novelas finalistas
Estas son las cinco novelas finalistas

En julio anunciamos la lista de las 10 novelas finalistas donde la invitación fue a leer libros que orientan la lectura en el universo editorial local, seleccionando novelas que se destacan por tonos, tramas y estilos. Una lista diversa con un elemento en común: todos son libros excelentes que invitamos a leer.
Hoy continuamos con la tarea de celebrar a la mejor novela publicada en 2024 y anunciamos los cinco títulos elegidos por el jurado del Premio María Moreno, Alejandra Kamiya y Alan Pauls:
- Algo que nadie hizo de Matías Aldaz publicado por editorial El gran pez
- Continuidad de Emma Z. de Ariel Magnus publicado por Interzona Editora
- Diario de una mudanza de Inés Garland publicado por Alfaguara
- En El Pensamiento de César Aira, publicado por Literatura Penguin Random House
- La ficción del ahorro de Carmen M. Cáceres publicado por Editorial Fiordo
Esta lista reúne novelas que narran fragmentos de la desaparición de un pueblo como sucede en Algo que nadie hizo o la transformación de un cuerpo y de una vida como en Diario de una mudanza. Obras que trabajan una línea más experimental y “transtextual” como sucede en La continuidad de Emma Z y novelas que, a través del humor, narran la infancia de un niño en un pueblo a través de recuerdos como En El Pensamiento o que retratan la vida urbana de una familia de clase media de provincia a principios del siglo XXI como sucede en La ficción del ahorro.
La invitación del Premio Fundación Medifé Filba sigue siendo la misma: leer estas novelas y dejarse atrapar por personajes y realidades alternativas.
En noviembre anunciaremos la novela ganadora que será definida por el jurado y recibirá un premio de 5.000.000 pesos, además de una estatuilla diseñada especialmente para el Premio.
¿De qué se tratan las cinco novelas finalistas?
Algo que nadie hizo de Matías Aldaz es una novela que narra entre fragmentos, los vestigios de un pueblo que en el abandono, desaparece. Con un especial trabajo con la lengua (que mezcla guaraní, portugués y alemán), el narrador se desplaza entre sus recuerdos, los ecos de un lugar que ya no existe y las voces de quienes ya no están. “Gran parte de toda la sangre que vi en mi vida la vi en el aserradero de don Yrasema. Vi cómo de ser líquida se espesa, se pone viscosa como el río. En cambio, la sangre del muerto es muy diferente, algunos dicen que esa mancha, donde sea que manche, no sale nunca”, dice en alguna parte de la novela.
Continuidad de Emma Z. es una novela experimental en que Ariel Magnus realiza una relectura o más bien una extensión del relato borgeano “Emma Zunz”. En ella el autor imagina cómo sigue la vida de la protagonista, ya casada y con un hijo, entrelazando la trama con autores como Julio Cortázar y Juan Carlos Onetti. “Al orgullo natural de cualquier madre se sumaba, en el caso de Emma, el orgullo de que no hubiera padre. Ese de ahí era su hijo y de nadie más. La otra parte de la ecuación se había ido diluyendo en una memoria que la confundía y la repudiaba, hasta casi desaparecer por completo”, dice en alguna parte de la novela.
En Diario de una mudanza de Inés Garland, la protagonista se muda de casa y a través de esa metáfora narra la muerte del padre, la vida que emprende su hija al irse a vivir sola y el proceso que ella está transitando: la menopausia. "Un tratamiento hormonal para 'ser la que era'. ¡Yo no quiero ser la que era! Ni siquiera quiero ser. Me gustaría más aprender a estar", dice en alguna parte de la novela.
En El Pensamiento de César Aira, el autor evoca su infancia en un pueblo pequeño cerca de Coronel Pringles. A través de un puñado de recuerdos que se ensamblan para relatar la vida de un niño, su madre, su padre y su preceptor, se construye una trama de misterio: una locomotora del tren que recorre el camino de Rosario a Bahía Blanca, desaparece en el medio del camino, cerca de El Pensamiento. “Ya se sabe que los intereses de la infancia, por más que estén, como suelen estarlo, propulsados por la más intensa pasión, son pasajeros y no tardan en ser reemplazados por otros no menos apasionados. Debe ser así, deben pasar, para dejar algo. Lo permanente, como la obsesión o el miedo, que también conocí, no me dejaron nada porque siguen conmigo.”, dice en alguna parte de la novela.
La ficción del ahorro de Carmen Cáceres caracteriza a la clase media y su compleja relación con el dinero. Ambientada en el 2001, la historia comienza con una escena tremendamente argentina: la narradora se pega fajos de dólares al cuerpo para evitar que se los roben luego de retirarlos de la caja de seguridad familiar. “La capacidad del pueblo argentino para reponerse a este tipo de políticas improvisadas e insólitas alimenta el mito de los argentinos como raza creativa y resiliente. En definitiva, enfrentar una crisis cada veinte años también es una forma de estabilidad”, dirá en alguna parte de la novela.
En julio anunciamos la lista de las 10 novelas finalistas donde la invitación fue a leer libros que orientan la lectura en el universo editorial local, seleccionando novelas que se destacan por tonos, tramas y estilos. Una lista diversa con un elemento en común: todos son libros excelentes que invitamos a leer.
Hoy continuamos con la tarea de celebrar a la mejor novela publicada en 2024 y anunciamos los cinco títulos elegidos por el jurado del Premio María Moreno, Alejandra Kamiya y Alan Pauls:
- Algo que nadie hizo de Matías Aldaz publicado por editorial El gran pez
- Continuidad de Emma Z. de Ariel Magnus publicado por Interzona Editora
- Diario de una mudanza de Inés Garland publicado por Alfaguara
- En El Pensamiento de César Aira, publicado por Literatura Penguin Random House
- La ficción del ahorro de Carmen M. Cáceres publicado por Editorial Fiordo
Esta lista reúne novelas que narran fragmentos de la desaparición de un pueblo como sucede en Algo que nadie hizo o la transformación de un cuerpo y de una vida como en Diario de una mudanza. Obras que trabajan una línea más experimental y “transtextual” como sucede en La continuidad de Emma Z y novelas que, a través del humor, narran la infancia de un niño en un pueblo a través de recuerdos como En El Pensamiento o que retratan la vida urbana de una familia de clase media de provincia a principios del siglo XXI como sucede en La ficción del ahorro.
La invitación del Premio Fundación Medifé Filba sigue siendo la misma: leer estas novelas y dejarse atrapar por personajes y realidades alternativas.
En noviembre anunciaremos la novela ganadora que será definida por el jurado y recibirá un premio de 5.000.000 pesos, además de una estatuilla diseñada especialmente para el Premio.
¿De qué se tratan las cinco novelas finalistas?
Algo que nadie hizo de Matías Aldaz es una novela que narra entre fragmentos, los vestigios de un pueblo que en el abandono, desaparece. Con un especial trabajo con la lengua (que mezcla guaraní, portugués y alemán), el narrador se desplaza entre sus recuerdos, los ecos de un lugar que ya no existe y las voces de quienes ya no están. “Gran parte de toda la sangre que vi en mi vida la vi en el aserradero de don Yrasema. Vi cómo de ser líquida se espesa, se pone viscosa como el río. En cambio, la sangre del muerto es muy diferente, algunos dicen que esa mancha, donde sea que manche, no sale nunca”, dice en alguna parte de la novela.
Continuidad de Emma Z. es una novela experimental en que Ariel Magnus realiza una relectura o más bien una extensión del relato borgeano “Emma Zunz”. En ella el autor imagina cómo sigue la vida de la protagonista, ya casada y con un hijo, entrelazando la trama con autores como Julio Cortázar y Juan Carlos Onetti. “Al orgullo natural de cualquier madre se sumaba, en el caso de Emma, el orgullo de que no hubiera padre. Ese de ahí era su hijo y de nadie más. La otra parte de la ecuación se había ido diluyendo en una memoria que la confundía y la repudiaba, hasta casi desaparecer por completo”, dice en alguna parte de la novela.
En Diario de una mudanza de Inés Garland, la protagonista se muda de casa y a través de esa metáfora narra la muerte del padre, la vida que emprende su hija al irse a vivir sola y el proceso que ella está transitando: la menopausia. "Un tratamiento hormonal para 'ser la que era'. ¡Yo no quiero ser la que era! Ni siquiera quiero ser. Me gustaría más aprender a estar", dice en alguna parte de la novela.
En El Pensamiento de César Aira, el autor evoca su infancia en un pueblo pequeño cerca de Coronel Pringles. A través de un puñado de recuerdos que se ensamblan para relatar la vida de un niño, su madre, su padre y su preceptor, se construye una trama de misterio: una locomotora del tren que recorre el camino de Rosario a Bahía Blanca, desaparece en el medio del camino, cerca de El Pensamiento. “Ya se sabe que los intereses de la infancia, por más que estén, como suelen estarlo, propulsados por la más intensa pasión, son pasajeros y no tardan en ser reemplazados por otros no menos apasionados. Debe ser así, deben pasar, para dejar algo. Lo permanente, como la obsesión o el miedo, que también conocí, no me dejaron nada porque siguen conmigo.”, dice en alguna parte de la novela.
La ficción del ahorro de Carmen Cáceres caracteriza a la clase media y su compleja relación con el dinero. Ambientada en el 2001, la historia comienza con una escena tremendamente argentina: la narradora se pega fajos de dólares al cuerpo para evitar que se los roben luego de retirarlos de la caja de seguridad familiar. “La capacidad del pueblo argentino para reponerse a este tipo de políticas improvisadas e insólitas alimenta el mito de los argentinos como raza creativa y resiliente. En definitiva, enfrentar una crisis cada veinte años también es una forma de estabilidad”, dirá en alguna parte de la novela.